Señor, no vale la pena fatigarte mucho.
Haz que sea simplemente como soy.
Tengo el aspecto vano de las cosas pequeñas,
pero en las grandes soy humilde.
Tengo el aspecto egoísta en la pequeñas cosas,
pero en las grandes soy capaz de darlo todo,incluso mi vida.
Tengo un aspecto impuro, a menudo, en las cosas pequeñas,
pero solo soy dichosa en la pureza.
Señor, haz que siempre me parezca a lo que mi marido sabe leer en mí.
Señor, Señor, salva a mi marido
porque me quiere verdaderamente y
porque sin él me quedaría huérfana;
pero haz, Señor, que muera él primero,
porque a pesar de su aspecto sólido se angustia
cuando no me oye hacer ruido en la casa.
Señor, sobre todo ahórrale la angustia.
Haz que yo siempre haga ruido en casa,
aunque tenga que romper de vez en cuando alguna cosa.
Ayudame a ser fiel y a no ver a áquellos
que él desprecia o a los que le detestan.
Esto le hace desgraciado, porque ha puesto su vida en mí.
Protege, Señor, nuestra casa . Amen.
Oración recitada por Consuelo a Tonio todas las noches.
"La Rosa del Principito de Paul Webster"
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