03 mayo, 2008
ARGIA
"Cuando supo la reina Argía que el cuerpo de su marido Polínices yacía sin sepultura en medio de los cadáveres y podridas carroñas de los soldados tebanos, élla, loca de dolor, se arrancó la túnica y demás signos de realeza. Una vez en el campo de batalla, no la asustaron las fieras y rapaces que andaban alrededor, ni tampoco los espíritus malignos..
Anochecía cuando llegó a la llanura donde el pestilente hedor no le impidió palpar cada cuerpo.. en busca del hombre que amaba.
El cuerpo de su marido estaba ya pútrido, purulenoa, ensangrentado y ennegrecido. Irreconocible.
Pero era tal la fuerza de su amor que Argía, le reconoció. Pese al horror de su cara que hedía como la peste, la besó y quedosé abrazada a su cuerpo. Purificó con el rocío de sus lágrimas sus miembros putrefactos y llamándole por su nombre entre llantos y gemidos entregó su cuerpo a las llamas.
Cumpliendo hasta el final el penoso rito recogió sus cenizas en una vasija de oro.
Acabadas las honras fúnebres, se dispuso a vengar la muerte de su marido y con la ayuda de otras mujeres acometío el asalto a la ciudad.
Ciudad de Las Damas
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