En Ávila se alzan las murallas y la Santa.
Palpitan corazones bajo su protector manto.
Hielan los días y los siglos capas con escudos.
y nacen frágiles nuevas esperanzas.
Tambien existe crear en femenino.
manos ánonimas para un nuevo mundo.
En Ávila crece simiente de concordia.
bajo la mirada de Élla,
La Andariega.
y también brota entre piedras milenarias,
adustas y quietas, un foro.
En Ávila quietas están las murallas,
extasiada la Santa, y los que la habitan,
sueñan y viven otra ciudad más amplia,
donde los campos lleguen al mar,
y los berrocales sean minas de sal,
En Ávila moran abulenses,
entre leyendas de santos y cantos.
Belsai
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